"Como no sabía que era imposible, lo hizo"

jueves, 15 de julio de 2010

17 de julio de 1990




Cuando era pequeña quería ser bombera. Marta siempre me dice (medio en broma medio enserio) que quiero ser tan atípica que a veces me convierto en la típica persona, en la que llora con Titanic y que tararea todas las canciones de Alejandro Sanz. Siempre sonrío cuando me dice eso(como siempre tiene razón). Antes de dormirme, después de rezar el jesusito, apretaba los ojos muy fuertes y me imaginaba mi vida de “adulta”(solo diré que incluía casa con piscina). Mis amigos del cole eran algo que defendía a capa y espada (por mucho que mi madre intentara explicarme que no todo es como parece). Cada día abría un poco más los ojos para encontrar al príncipe azul con el que comería perdices (y sería feliz).

Ahora quiero escribir y probar con el periodismo (sonar suena bien).Marta sigue estando en mi vida y creo (espero) que siempre estará conmigo. Sigo luchando por no ser un poco diferente. Ahora me voy a dormir con el ipod y, entre nosotros, prefiero no pensar ni imaginar, que pase lo que el destino quiera. He aprendido que amigos hay poquísimos, pero los que son de verdad están aunque no estén ( y tengo un par de éstos). Tema sentimientos…con 16 años asistí a la ruptura del amor más grande que he visto de cerca, pero me enseño a mirar las cosas de otra manera. Hoy puedo decir que he encontrado un complemento y me hace tremendamente feliz(aunque a veces lo odie más de lo que lo quiero).

Así que espero que los veinte me traigan viajes (muchos), que acabe todo lo propuesto, que conozca Santorini y, sobre todo, que consiga hacer felices a mis especiales. En fin, a ver qué pasa señores y señoras.

lunes, 5 de julio de 2010

Sábado 2015

Los sábados por la mañana me levantaré pronto (y en silencio) y me pondré un vestido -que seguramente me habré comprado en uno de esos viajes exóticos, para mi, que habré hecho-. Cojeré el cesto, que ahora llevo a diario, y me iré a por el periódico. Seguramente compraré el que a mi me gusta y en el que escribiré, siempre me ha hecho gracia leer las cosas bien presentadas ( será porque no suelo hacerlo). Pasaré a comprar flores, girasoles amarillos, los más grandes que exístan y los colocaré, después de pasearlos toda la mañana, en el jarrón de la mesa de la cocina ( de mi cocina). No sin antes, haberme tomado un zumo de naranja, el café seguirá sin gustarme aunque muy a mi pesar, en la cafetería, en la que ya no trabajaré, leyendo el diario, que seguirá existiendo (espero y deseo). Y ese es el sábado que siempre he soñado.